martes, octubre 30, 2007

efectos de torsión en algunos conceptos básicos del escultismo

Para el desarrollo de este artículo, voy utilizar como disparador algunas palabras pronunciadas por el ex Secretario de la OSI el 1 de abril de 2006 ante la Asamblea de la ASMAC (Asociación Scouts de Mexico) en el contexto de la presentación y discusión para la implementación de MACPRO en el país hermano. GGE decía: “La diferencia básica está en perseguir objetivos en vez de hacer una curricula de retos; ya no preestablecer actividades por los adultos y mejor diseñarlos con los jóvenes. El problema no es el programa sino el tipo de dirigente que el movimiento exige…”. Podemos ubicar cómo el Director Regional reconoce que el Programa OSI presenta diferencias básicas con el de Baden Powell, lo que implica la afirmación de torsiones que se han provocado en los fundamentos del Programa Badenpoweliano. Intentaremos ubicar la más importantes aclarando que no se trata de cuestiones “cosméticas” tales como si los chicos y chicas tienen que aprender 8 nudos o 44; explicación que me parece pertinente ya que se ha criticado con frecuencia los artículos de la revista tergiversando las líneas argumentales y llevándola hacia direcciones que desvían el núcleo de las opiniones.
Teniendo en cuenta la frase de GGE, podríamos preguntarnos ¿Cuál es el cambio en los fundamentos (o en palabras del ex Director Regional las “diferencias básicas”)?. Podríamos ubicar tres movimientos conceptuales encadenados el uno con el otro.
a) De un programa basado en el carácter a un programa basado en el comportamiento
b) De un programa con contenidos privilegiados a un programa de objetivos sin contenidos privilegiados
c) De un Programa que reconoce el mérito a un Programa que no toma en cuenta el mérito.
Torsiones conceptuales
Para Aristóteles el carácter es el modo individual por el cual un sujeto actúa y vive, de una manera u otra. Respecto de la educación del carácter dirá que es una cuestión moral construyéndose en relación con los otros; por ello entiende que este proceso se realiza en forma natural y para que sea beneficioso, apelando a la autoridad de los que ocupan el lugar de instructores. Para lograr su cometido interviene la polis (ciudad) ya que el fin de la educación del carácter es la formación del ciudadano. En éste proceso intervienen tres elementos: la naturaleza (lo propio del individuo), el hábito (ejercitación) y la instrucción (la razón práctica). En lo propio de cada individuo (aquello que lo distingue de otros) se define la educación como individual aunque siempre se efectúa con y en relación a los otros. En la concepción aristotélica es condición necesaria la intervención humana para impulsar el desarrollo del individuo, ya que éste no sería espontáneo, por ello es importante la figura del educador. Se aprende haciéndolo y siéndolo. Es una concepción práctica donde el educador facilita el proceso fortaleciendo las buenas inclinaciones del individuo y obstaculizando las que no son buenas proponiendo fines; siendo lo esencial las actividades prácticas que suponen siempre un crecimiento interior, individual, en la formación del ciudadano.
La idea de carácter de principios del siglo XX conserva las características esenciales de lo que proponía Aristóteles: “modo individual por el cual un sujeto actúa y vive, de una manera u otra”, relacionándose con la respuesta global del sujeto ante la vida. Freud habla del carácter diferenciándolo del síntoma en algunos escritos, y posteriormente Alexander utiliza el concepto de personalidad y Reich el de Carácter para referirse a la organización global del “yo” de la persona como estructura estable. Desde la perspectiva del Carácter “el todo es más que la suma de las partes” por lo que no puede ser reducido a la suma de elementos
No es igual la posición del conductismo y la teoría comportamental. Aunque a mediados del siglo XX incorpore el término Personalidad, nos hallamos en una visión diferente en donde “el todo es la suma de las partes” entonces lo importante pasa a ser sumar distintos elementos para conformar ese “todo”, como si fuera una especie de rompecabezas que en la práctica termina rompiendo las cabezas con una propuesta basada en la descripción programada de conductas que ignora la subjetividad; en donde lo importante es que el individuo adicione elementos aislados (conductas) con el supuesto de que gracias a la adición se responderá a los estímulos del ambiente de acuerdo al “protocolo de comportamientos”. Desde esta perspectiva nos encontramos ante una atomización del carácter perdiéndose la idea de “respuesta global” del sujeto, apareciendo en su versión más patética un paradigma basado en el control social pretendiendo reducir el sujeto a una máquina de estímulos – respuestas.
En la malla del MACPRO se puede objetivar el cómo se produce la torsión entre la noción histórica de carácter como respuesta global con la cual hemos trabajado en el escultismo; a la idea comportamental de suma de elementos singulares. Evidentemente esto no es sin consecuencias.
Escultismo y Carácter:
En numerosas oportunidades BP escribió sobre el carácter, y de ellas se desprende que entiende al mismo como “modo individual por el cual un sujeto actúa y vive de una manera u otra”; siendo muy cuidadoso a la hora de realizar precisiones porque se va a referir a “cualidades” generales y no a comportamientos estandarizados, basta releer su escritos para darse cuenta de ello.
En “Guía para el Jefe de Tropa”, libro complemento de “Escultismo para muchachos” BP escribe en el prólogo que “… estas páginas se referirán preferentemente a los objetivos de los pasos y no a sus detalles…”. El tema de la complementariedad de los textos es un dato que no puede ignorarse. Si en EM se dirige a los chicos ofreciéndole un programa con historias, contenidos y reflexiones (es un libro para los chicos); en GJT encontraremos que se dirige a los Educadores explicando los fundamentos del escultismo, por ello se referirá a “los objetivos de sus pasos y no a sus detalles”
Con relación a Aristóteles decíamos que uno de los elementos de la educación del carácter es la naturaleza entendiéndola como lo propio del individuo, aquello que se pone en juego en la relación con los otros pero que no pierde su especificidad de ser individual (no existe un “carácter compartido”). BP dice que “El sistema de Patrullas refleja en su conjunto la expresión del adiestramiento individual que en la práctica indica todo lo que al muchacho se le ha enseñado”. Como vemos, palabras más, palabras menos el mismo concepto: no existe “el scout universal” sino scouts singulares, individuales, que comparten valores pero que no son copias o clones los unos de los otros. La educación es propia de cada individuo tanto en el sistema de patrulla como en la polis griega.
De la misma manera que para Aristóteles en la educación del carácter se trata de fortalecer las buenas inclinaciones, BP propone al dirigente “…asir lo bueno que encierra su ser (el del muchacho) para desarrollarlo a fin de que se elimine lo malo. Por malo que sea el carácter de una persona, siempre hay en él un lado bueno. El juego consiste en acertar a descubrir esa buena semilla…” “Hay un cinco por ciento de bueno incluso en el carácter peor. El juego consiste en descubrirlo y desarrollarlo hasta una proporción del ochenta o noventa por ciento. Esto es la educación y no la instrucción a secas…” El carácter si bien es individual se produce en relación a los otros, en GJT encontramos que “El sistema de patrullas cuenta también con un valioso elemento para la formación del carácter, si se sabe aprovecharlo como se debe mueve a cada muchacho a tratar de asumir alguna responsabilidad personal por el bien de su Tropa. Induce a cada Patrulla o Tropa a preocuparse del descargo de alguna misión bien definida que sea en provecho de la Tropa”.
En el capítulo correspondiente a “Cómo adiestrar al muchacho” BP deja muy en claro que el fin del escultismo es “mejorar la calidad del ciudadano”, en la misma línea aristotélica en donde en la educación se trata de realizar actividades prácticas que suponen un crecimiento interior para la formación del ciudadano.
Baden Powell supone que si el objetivo es la ciudadanía activa éste se logra a partir del trabajo en cuatro áreas a partir de cualidades específicas que se fortalecen mediante actividades específicas. Baden Powel piensa al escultismo como un todo que es mucho más que la adición de las distintas partes, por eso desde su perspectiva se tratará de cualidades generales no divididas en una serie de conductas, y medios privilegiados que son los propios del escultismo. Le señala al dirigente que por medio de las actividades y conocimientos que propone el escultismo se obtiene la posibilidad de que cada uno de los muchachos fortalezca las cualidades.
Respecto del programa indica que “proporciona un buen comienzo en la educación técnica concediendo insignias para premiar la pericia en diferentes clases de aficciones y trabajos manuales, además de las ya instituidas para scouts de segunda y primera clase, que representan los méritos que han hecho en la natación, cocina, vida de campamento y otras actividades que ponen de relieve su hombría y habilidad. El objeto que nos guía a ofrecer tantas insignias en este período elemental es el de hacer que todos traten de emprender diferentes labores, y que el ojo vigilante del Jefe de Tropa pueda reconocer inmediatamente la inclinación particular de cada uno y luego inspirarle ánimo, según el caso. Y ese es el mejor camino que debe tomarse para la expansión del carácter individual del muchacho, y para encarrilarlo en la senda de una brillante carrera.”
El Programa Scout se construye desde lo global a lo individual, por ello existen contenidos y actividades comunes (segunda y primera clase) que son insignias que premian el mérito y la pericia, abriendo el espacio de las especialidades como el de lo singular, en donde se produce la “expansión del carácter”, al que el JT debe prestar mucha atención porque desde allí se logra fortalecer las cualidades del sujeto.
En el nivel del diseño, el Programa de BP está construido de la siguiente manera:
CARÁCTER COMO CONCEPCIÓN GLOBAL
ACTIVIDADES Y CONTENIDOS PROPIOS DEL ESCULTISMO → CUALIDADES
CUALIDADES + INTERESES → ESPECIALIDADES (ACTIVIDADES Y CONTENIDOS VARIABLES PARA CADA MUCHACHO)
Evidentemente esto no es lo mismo que diseñar un programa de la siguiente manera:
CARÁCTER COMO CONCEPCIÓN MOLECULAR, ADICIÓN DE DISTINTAS CONDUCTAS O ELEMENTOS
· CONDUCTAS O COMPORTAMIENTOS ESPERADOS → ACTIVIDADES Y CONTENIDOS.
¿Cuál es la diferencia?
a) Si entendemos con BP al carácter como un todo y al escultismo como un medio privilegiado para su formación (no por ser mejor o peor, sino por ser singular como existen otros movimientos singulares), se puede construir un sistema que, partiendo de los contenidos y actividades propias del escultismo + contenidos y actividades que se producen en relación a los intereses y cualidades del muchacho + actividades variables que surgen en el seno de la patrulla; apunte a la formación del carácter. En este esquema las actividades y los contenidos scouts son aquellas que determinan la educación del carácter.
b) Si entendemos el carácter como la suma de conductas y/o comportamientos (atomización del carácter - primera torsión del programa), y al escultismo como un medio que persigue el logro de cada una de las conductas; las actividades y los contenidos se convierten en relativos, ya que no se trata del aprendizaje de contenidos y procedimientos que implican la educación del carácter, sino del logro de conductas (actitudes según la malla del MACPRO). En este esquema de contenidos y actividades relativas no cuadra la idea de una insignia que reconozca la pericia, el mérito y el esfuerzo que ha realizado una persona para aprender contenidos y procedimientos. (tercera torsión del programa) porque el eje se encuentra en el Protocolo. Esto implica una multiplicación de medios ad infinitum perdiéndose lo propio del movimiento. Cualquier movimiento educativo o grupo que comparta el protocolo de conductas esperadas podría denominarse “scout”. En este esquema la ilusión de lograr los comportamientos esperados y estandarizados es la que determina las actividades, que no tienen valor en sí mismas si no están referenciadas al sistema ilusorio que se propone. Este pensamiento mágico disfrazado de cientificismo genera un efecto de fascinación en algunos dirigentes, que terminan creyendo en una especie de omnipotencia que les pondría en sus manos la posibilidad de programar a los chicos como si fueran una máquina. Sería bueno preguntarse al menos tres cosas: a) ¿Qué concepción de hombre sostiene este tipo de práctica? b) ¿Qué concepción política sustenta dicho tipo de prácticas? c) ¿Qué tipo de dirigentes es necesario para llevar adelante este proyecto ideológico - teórico?
… Podría decirse que lo importante es la formación del carácter y que no importan los medios que se utilicen ¿pero es lo mismo el carácter que el comportamiento?. Parece que lo sencillo a primera vista no lo es tanto ¿verdad?... en próximos artículos avanzaremos más sobre fundamentos del escultismo, y sobre la frase de GGE ya que no estamos de acuerdo con la apreciación de que en el programa que propone BP las actividades son prediseñadas por los dirigentes. Sería mas apropiado decir que existen una serie de conocimientos comunes que implican determinadas actividades, que a su vez brindan la posibilidad de creación; y existen una serie de actividades que planifica la patrulla que no tienen que ver con los contenidos comunes a aprender y que generalmente se relacionan más con lo cívico (por ejemplo Buena acción) o con algunos intereses y proyectos de los muchachos... pero para abordar este tema es necesario otro artículo.

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