sábado, agosto 13, 2011

Dejar caer


         Dejar caer a un niño/adolescente no es lo mismo que el niño/adolescente  decida caerse… simplemente porque no es lo mismo soltar que soltarse.

            Dejar caer a un niño/adolescente es un acto, no  un discurso.

Cuando se deja caer a un niño/adolescente importan poco las palabras del dirigente/educador; es un acto donde el decir verdadero está en huelga constituyéndose un espacio de blablabla carente de sentido y significación.

           El acto de dejar caer tiene consecuencias para quien cayó, y dice mucho de quien soltó la mano, poco de quien cayó.

            En escultismo, dejar caer a los niños y jóvenes que concurren a los grupos es un acto que revela la contradicción existente en quienes dicen a los padres que “el sentido del grupo son los chicos”, ubicándose como poseedores de una ética que al poco tiempo  es contradecida por actos lejanos a ella.

            Para el que cae, el acto nunca es sin consecuencias, el que suelta la mano y no tiene la capacidad de cuestionarse sigue adelante, para él nada ha cambiado, por eso seguirá soltando de la mano una y otra vez, dada su incapacidad de aprender y corregir el error.

            Si quien deja caer se da cuenta de su acto y aún así no hace nada para remediar el error, no se trata de un problema del mal-hacer sino de una ética del mal-ser… el mal hacer - cuando no implica un daño irreparable o la muerte-, siempre da la chance de que al entender el error, se pueda responder (dar respuesta) haciendo todo lo posible para enmendarlo. Esa es la conducta ética esperable de un buen- ser, que va de la mano de una Buena Práctica en el escultismo. El mal – hacer tiene consecuencias, una de ellas es que los niños/adolescentes se suelten, dejen el grupo y busquen otras cosas donde poder alojarse y alojar aquello que es propio de cada uno. El mal – hacer no implica un mal – ser del dirigente/educador.

El mal – hacer está del lado del error, del desconocimiento, de la dificultad y denuncia la falta de acompañamiento para la tarea por parte del Concejo de Grupo y del Jefe de Grupo. Detectado el mal – hacer es responsabilidad del Jefe de Grupo ver de qué manera soluciona el problema que se plantea, sea por la vía del Distrito, la formación o el acompañamiento. El mal-hacer eleva el índice de rotación en las ramas porque los chicos ingresan y se van porque no encuentran atractivos en el quedarse, entonces se entra en un ciclo de deserciones y de ingresos que a veces se disimula con el número de chicos (sin aclarar que los de comienzo del año son distintos a los de fin de año, esto debido a los abandonos y los ingresos). No es condenable en sí que los grupos tengan ciclos en donde a veces el hacer sea muy bueno y a veces no, el tiempo voluntario que cada dirigente/educador ofrece no solo debe ser respetado sino también reconocido, sin que ello sea excusa o justificación para continuar mal-haciendo.

            Si los chicos se sueltan por un mal – hacer, si bien existe una responsabilidad de los grupos scouts no es de la misma gravedad que si se los deja caer. No es cuestionable que los niños/adolescentes hagan uso de su libertad de elegir, no hay daño para ellos en su decisión de irse porque la propuesta no le es atractiva… el grupo scout evaluara su mal hacer y trabajará para mejorar su propuesta .

            En cambio si a los niños/adolescentes se les suelta la mano, se los deja caer, nos encontramos lisa y llanamente con un maltrato institucional hacia los participantes del juego, y esto es una cuestión ética que no es menor, ya que implica que quienes ocupan el lugar de educadores no están a la altura de su función. Un mal.- hacer se soluciona con capacitación y ganas, en cambio no hay un curso ni justificación que solucione un mal – ser y sus efectos no son abandono por aburrimiento, sino abandono por exclusión o discriminación

            Me entristece ver cuando se deja caer a un niño/adolescente ¿a ustedes no?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente!!!!!! Comparto el entristecimiento. Es muy claro (para mí) lo que comentás. Muy buen artículo. Alejandro F.

Anónimo dijo...

La formación del carácter puede ser definido como una colección de valores fundamentales que posee un individuo que llevan al compromiso y la acción moral.

No se experimenta los valores sino por la acción, mientras muchos discuten no se esfuerzan por vivir bajo la Ley Scout:
Ya que un Scout es confiable, leal, servicial, amigable, cortés, bondadoso, obediente, alegre, ahorrativo, valiente, sano y respetuoso.

Es la Hermandad, la Obediencia a lo bueno y Hábito de la buena acción lo que contiene a los scouts. Lo demás es desidia. Lobo Perseverante

Anónimo dijo...

Buho, "dejar caer al adolescente" sería dejar que se vaya ?

No entendí bien la imagen.

Anónimo dijo...

Anónimo 8:47

Perdón si no fui lo claro que el tema merezca, espero con lo siguiente no enturbiarlo.

Un adolescente se puede ir porque no le interesa el movimiento o porque las actividades son malas, y eso tiene que ver con que no le cuadra el movimiento o porque no estamos haciendo bien las cosas (a nivel actividades) cuestión que muchas veces tiene que ver con ciclos de los grupos… esto último se puede mejorar con capacitación.

Cuando el adulto no cumple la función que tiene que cumplir en el juego, puede ocurrir que como producto de ello un chico deje el grupo, ya que se angustia y sufre porque el dirigente suele abandonar al grupo a lo que suceda sin intervenir (generalmente se escuda en “el sistema de patrullas”). El dirigente esta muy desviado del metodo scout si permite que patrones de violencia sociales o familiares se repitan en las patrullas, asambleas o concejos avalando dichas conducta, y esto se suele traducir en deserciones. También ocurre cuando el dirigente ni siquiera sabe quien es el pibe que esta en la rama por lo que no sabe que le puede estar pasando y otras cosas… ahí se lo deja caer… el pibe ni siquiera es un numero, es simplemente “nadie”, inexistente

Si nunca tuviste angustia posiblemente no entiendas la imagen… te comento… es algo así como si te tiraras de un avión sin paracaídas y sintieras cada parte de tu cuerpo golpear con el aire (sin que sea placentero, sino que se vivencie como fragmentacion del cuerpo)… es la falta de aire que hace que uno crea que va a morir, es la congoja y el mal – estar que a veces lleva a que un chico consuma una sustancia para tratar de no pensar en la caida o amortiguarla… es la soledad de descubrir que un Otro que debiera actuar alojar, contener, escuchar… simplemente no está… es el pensar que te pueden hacer cualquier cosa y vos no importas o mejor dicho a nadie le importa quien sos, que sentis, que te pasa, por qué no podes hablar... es la ausencia del lugar del adulto en el juego, aunque el adulto crea que esta presente...

Espero haber aclarado el por qué de la imagen y por qué no es lo mismo dejar caer que alguien se vaya porque no le gustan las actividades

Buho Terco

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