Relatos Distópicos T2. Túneles ferroviarios

            Comienza la Asamblea decisiones. Se podía volver con los datos obtenidos hasta el momento, o avanzar un poco más hasta el laboratorio para obtener más información. Calculaban que estaría adentrándose con el tren dentro de la mina.

-          Sacha. No tengo idea de qué tenemos que hacer. Hasta ahora hemos tenido suerte, pero ya no podemos jugar con ella.

-          Alina. Si no podemos localizar el laboratorio habremos avanzado, pero estamos casi en el mismo punto del comienzo, con algunos datos mas. Debemos conseguir la fórmula.

-          Ruben. No disponemos de los planos de los túneles. No sabemos a cuánto esta el laboratorio y caminar por la vía no es lógico, pueden atropellarnos.

-          Mariah. Si el tren transporta solo carga nos subimos y que nos lleve… sino nos quedamos y volvemos a Tanti.

-          Maximiliam. Acuerdo con ello

            Al llegar el tren observan que se trata de una máquina de alta velocidad, automatizada, que solo traía carga. Las personas que estaban en la estación hicieron que los robots bajen los empaques mientras revisaban el funcionamiento del riel y las partes mecánicas. En el interín Timbúes y Huemules se suben a uno de los vagones. Luego de 15 minutos el tren arranca, cada vez más veloz… los oídos comienzan a zumbar y parece que no pararía nunca. Luego de dos horas y media de viaje subterráneo se detiene. Y las personas de la estación comienzan con las maniobras mientras los robots preparaban la carga. Todos bajan rápidamente y se esconden. No saben dónde se encuentran, pero el lugar tiene poca vigilancia lo que les permite salir por una entrada lateral al túnel central. Una vez fuera observan el paisaje. En medio de las montañas, inhóspito, las nubes casi podían tocarse. Un viejo cartel indicaba “Cuesta del Obispo. 3442 mts sobre el nivel del mar”… se encontraban a 700 kms. de la mina de Uranio.

-          Verónica. Flor de lío que nos metimos

-          Maximiliam. Voy a tratar de comunicarme con basurópolis. A esta altura puedo comunicarme con el VHF.

-          Joaho. ¿Para qué?

-          Maximiliam. Instrucciones… simplemente para eso

            Luego de varios intentos se establece la comunicación.

-          Maximiliam. Hola Sr Bibliotecario. Estamos en una estación a 700 kms. Le enviamos codificada la información de lo que obtuvimos.

-          Bibliotecario. ¡Están locos! ¡Sólo era tomar unas muestras de Amanita y miren en el lío que se han metido!

            Luego de un tiempo de un reto sostenido, el Bibliotecario le pide que describan el lugar

-          Maximilian. Pensamos que “cuesta del Obispo era un lugar en la mina y aparecimos acá. Se ve que cerca de un kilómetro, en una construcción extraña, sale un camión hacia la estación. Es un lugar desértico, no hay drones.

-          Bibliotecario. Están en la vieja provincia de Salta, lo que ven raro es un viejo observatorio astronómico, que por lo que Uds. dicen es el lugar dónde se produce el Gen. Fijense que seguramente tiene unas pequeñas construcciones al costado.

-          Maximilian: Si hay unas construcciones pequeñas, pero no se ve gente alli

-          Bibliotecario. Lo primero que vamos a hacer es cargar en la computadora central que están en un campamento quincenal, para que no se generen sospechas. Deben avanzar unos cuántos kilómetros a la colonia del viejo Monasterio Benedictino de “El Siambón”, creo que esa zona fue diezmada por Sonmanto y si no hay drones podrán orientarse por el GPS. Una vez en el viejo Monasterio los ayudarán a tomar el tren que trae productos del norte hacia Ciudad Soya, no es tan rápido pero llegarán de vuelta con todas las cosas que les pedimos

-          Maximiliam. Sacha pregunta si vamos al observatorio, a confirmar la existencia del laboratorio

-          Bibliotecario. Si no es riesgoso acérquense y tomen fotos del lugar, para que luego un equipo especializado de las colonias vaya a obtener datos, si se lo considera necesario. Lo importante es que vuelvan.

            Timbúes y Huemules parten hacia el Observatorio de excursión fotográfica. Los camiones-robots no pueden detectarlos y no se observa presencia de personas. El camino es escarpado pero con la ayuda de Verónica ya se han puesto hábiles para la montaña. Luego de que uno de los camiones sale de la instalación, ellos ingresan… pero no había ningún telescopio sino que se encontraban en la parte externa de una nueva instalación subterránea.