Se abren las puertas del Monasterio y el Abad sale a recibir
a los visitantes.
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Abad.
Buenos días ¿viajeros perdidos en la selva tucumana?
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Sacha.
Mas o menos. Un amigo común, el Bibliotecario, nos envió a Uds. por ayuda para
regresar a Ciudad Centro.
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Abad.
Ahhhh ¿son Uds?... Pensé que una misión tan peligrosa sería llevada adelante
por adultos y no por jóvenes. Bueno. Los llevaré a su lugar de alojamiento así
pueden asearse y luego podremos cenar junto a los hermanos
-
Sacha.
¡Gracias!
Se
dirigieron a unas habitaciones destinadas a peregrinos que realizaban retiros
espirituales. Eran sencillas pero con todas las comodidades necesarias. Luego
de la ducha se recostaron y cayeron en un sueño profundo como hacía tiempo no
ocurría. A eso de las 19 hrs el Abad los despertó y los acompañó al comedor,
donde los monjes los esperaban
-
Abad.
Bueno, mientras cenamos esperemos que nos cuenten sus aventuras
-
Mariah.
Bueno, llegar hasta aquí realmente a sido un logro, ahora tenemos que ver como
regresamos
-
Abad.
Por eso no se preocupen. Los llevaremos al tren que sale de Ciudad-Sugar que va
directo a Ciudad Soya, tarda muy poco tiempo pero habrá que esperar a mañana
-
Ruben.
No sabía que existían monjes todavía, pensé que la religión ya no existía
-
Abad.
Por suerte existe y existimos, casi logran destruirla con todos los medios de
comunicación a favor y con la religión del EGO que se impuso a fines del siglo
XX y el XXI, pero no lo han logrado. Pero la religión de la ciencia no todo
puede da respuesta a todo, de hecho aquí debajo del Monasterio hay una imagen
de la Virgen de la Dulce Espera que es visitada por personas que quieren ser
padres o que han tenido problemas con los embarazos, y muchas veces encontramos
cartas de agradecimiento donde cuentan cosas realmente milagrosas que nosotros
como hombres de ciencia nos cuesta creer, aunque no desde la Fe. Todos los
monjes del Monasterio son científicos. Cuenten su aventura, luego le
responderemos sus preguntas.
-
Alina
Bien, aquí les largo el rollo…
Una hora y
media contando las distintas peripecias ante el silencio de los monjes quienes
escuchaban con atención cada uno de los detalles que contaba.
-
Abad.
Creo que han dado con algo demasiado importante. Tendríamos que hacer un primer
análisis en nuestro laboratorio. Si nos acompañan a la Iglesia…
Al llegar a
la Iglesia se dirigen hacia el lugar donde los monjes cambian sus ropas, y
atraviesan una puerta que los conduce bajo la montaña donde encuentran una instalación científica gigantesca, con una cantidad de
monjes-científicos realmente importante.
-
Sacha
¿qué es este lugar?
-
Abad.
El corazón de la resistencia biológica. Aquí investigamos y elaboramos posible
soluciones a los modos de control sobre la vida y la muerte que ha desarrollado
la Corporocracia, y Uds. tienen en sus manos una de las fórmulas secretas que
provocan la muerte programada.
- Maximiliam. ¿Muerte Programada?
- Maximiliam. ¿Muerte Programada?
-
Abad.
Toda sociedad tiene distintos modos de gestionar la vida
y la muerte, si durante siglos la guerra provocaba millones de muertes,
hubo un momento en que las guerras cesaron y al establecerse la Corporocracia
la gestión de la vida y de la muerte pasó a ser parte del control biológico de
las poblaciones.
-
Maximiliam.
No entiendo
-
Abad.
Despues lo conversamos, ahora vayamos a lo importate que es lo que Uds traen Ingresaron a una sala donde unos monjes
tomaron las imagen de la formula del Gen 34f y la introdujeron en una
supercomputadora cuántica. Luego de unos minutos uno de los monjes se dirigió al Abad
-
Monje.
Lo hemos encontrado. La traza del Gen 34F se encuentra en distintas
proporciones en cada uno de los alimentos. Hemos cruzado los datos y se
obtienen distintas relaciones de acuerdo al alimento que recibe cada sector
social y tienen estricta co-relación con las mortalidades de cada sector.
-
Abad.
Chicas y muchachos. Antes de prepararse para el regreso probarán un Mistella
del Monasterio. Hoy es un día de triunfo para la resistencia.
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